Palabras textuales de un amigo:“Según Gustave Thibon, cierta melancolía -que no debe confundirse con la apatía ni con la depresión- resulta una respuesta muy adecuada a la situación del hombre sobre la tierra.
Por más feliz que esté, el hombre sensible y profundo echa de menos algo, añora el paraíso perdido, sabe que en el fondo es un extraño en este mundo.
Incluso el amor tiene algo de melancólico, porque siempre nos habla indirectamente de Dios y nos promete algo (la felicidad sin límites) que sólo la muerte (y la misericordia divina) pueden darnos.”
