Ubicándonos

Arboles pasmados

Corrientes que amedrentan

¿ Tú y yo donde estamos?

Locus Amoenus

Busco un rincón lejos del mundo y su ruido. Un rincón donde ablandarme, mullirme, hacerme dúctil. Para que los golpes y caídas no me hagan daño ni me dejen huella.

La belleza de la melancolía

Palabras textuales de un amigo:
“Según Gustave Thibon, cierta melancolía -que no debe confundirse con la apatía ni con la depresión- resulta una respuesta muy adecuada a la situación del hombre sobre la tierra.
Por más feliz que esté, el hombre sensible y profundo echa de menos algo, añora el paraíso perdido, sabe que en el fondo es un extraño en este mundo.
Incluso el amor tiene algo de melancólico, porque siempre nos habla indirectamente de Dios y nos promete algo (la felicidad sin límites) que sólo la muerte (y la misericordia divina) pueden darnos.”

Alegre Yerbagüena

"En la calle la alegría
donde se pasea mi alma
uno cantan y otros bailan
y yo hablo con mi guitarra
y el ritmo me lleva
alegría que sale de mi
habla el corazón
huele a yerbagüena"



Creo que huelo a yerbagüena

Recuerdos

He oído alguna vez hablar del milagro de la existencia humana como critica a los que hablan de la casualidad de la existiencia humana, aclamando como el cuerpo humano puede funcionar con orden, coordinando todos los órganos en total armonio, como un conjunto de estimulo-reacción. Quizás tengan razón, aunque me parece una explicación algo simple, y aun que la critique considero que realmente no somos una casualidad del cosmos, como que tampoco todo lo que pasa en nuestras vidas lo sea.
Pero en verdad esto no es la razón por la que escribo, la razón son los recuerdos. Tengo dos preguntas sobre este tema: ¿Por que nos olvidamos de los recuerdos? o mejor dicho ¿Por qué esta maquina perfecta se olvida de los recuerdos? y ¿Por que hay veces que tratamos de construir recuerdos y otras veces nos empeñamos en olvidarlos?
Me gustaría ir respondiendo estas preguntas que me han ido surgiendo.
Primero el tema del olvido de los recuerdos. Aun no tengo clara la respuesta, o quizá simplemente no tenga respuesta a ¿porque esta maquina perfecta se olvida de los recuerdos? Desde luego tenemos un cerebro con sus neuronas donde almacenar información, y las investigaciones aseguran que gran parte del cerebro no se usa. Esto lo único que nos aclara es que tenemos memoria selectiva, pero si simplemente esto fuera por estimulo-reacción, posiblemente borraríamos de nuestra memoria los recuerdos dolorosos. Pero intentando recordar lo momentos más antiguos en mi memoria, no he podido recordado más que momentos dolorosos: una vez que estuve ingresada en el hospital y un medico daba una noticia no muy halagüeña; la muerte de mi abuelo. Luego intentando recordar , retener los buenos momentos me di cuenta que no tenia un recuerdo visual o apenas los tenía y me entraba la duda de que fuera un recuerdo propio o construido a base de fotos y conversaciones familiares recordando sucesos vividos. No me acuerdo de las bodas de plata de mis padres, en cambio tengo un claro recuerdo de cómo estaba metida en una burbuja de oxigeno, dos hechos que pasaron el mismo día.
Saco varias conclusiones: Si tenemos memoria selectiva, pero no tenemos voluntad para seleccionar los recuerdos, por lo tanto hay una parte del hombre que se sale de esa perfecta formación, no responde a estimulo-reacción. En el hombre hay algo mas que el cuerpo, tenemos un alma y que a la vez este cuerpo y alma están entremezclados en una maraña inseparable que forma esa parte psicobiologica, donde cuerpo afecta al alma y el alma al cuerpo.
Con referencia a la otra pregunta ¿Por que hay veces que tratamos de construir recuerdos y otras veces nos empeñamos en olvidarlos?, muchas cosas ya han ido saliendo. Creo que no es que tengamos una intencionalidad a la hora de construir recuerdos la mayoría de las veces. Es curioso pero hay veces que de oír algo tantas veces ya no sabes si lo has vivido realmente, si realmente fue así, o si incluso estuviste ahí o no. El ser humano tiene apoyos para recordar, hay veces que solo no puede, pero hay veces que esos apoyos invaden nuestros recuerdos reales por culpa de la imaginación, que nos hace construir imágenes donde antes no había, cosas que quizá nunca existieron. Que curioso esta característica única del hombre. “Crear imágenes”, imaginación.
Otras veces nos empeñamos en borrar de nuestra memoria recuerdos que nos hacen sufrir, o recuerdos de sufrimientos, que quizá por no enfrentarlos con madurez o por simple vicio, has acabado recurriendo a ellos de forma continuada y acaban atormentándote. Son esos fantasmas que siempre uno lleva dentro, muchas veces ya muy revestidos por la imaginación. Pero como hemos contestado en la primera pregunta el hombre tiene memoria selectiva, pero no tiene la voluntad de seleccionar los recuerdos.
Sobre el olvido de los recuerdos más que responder voy a dar mi opinión. Me parece imposible y aun si la ciencia pudiera borrar la memoria de forma selectiva, como en la película “Olvídate de mi” (“Eternal Sunshine of the Spotless Mind”), me planteo si es mejor no sufrir por el recuerdo o perder la razón de tu ser. Me parece que todo lo que se recuerda son todas esas cosas que hemos ido adquiriendo en nuestro consciente y en nuestro subconsciente, de forma que o las adquirimos como propias o las rechazamos en distintos grados, por lo tanto están detrás de todo lo que vamos haciendo en la vida. Por esto mismo me parece importante volver al que fuera el causante de nuestra forma de ser y actuar para conocernos mejor, ya sea simplemente para tener un mayor dominio de nosotros mismos. Por otro lado el sufrimiento es intrínseco al hombre, es parte de nuestra imperfección de hombre. Me parece tan importante que la considero que saber vivir con ella es la clave el éxito en este mundo, hasta tal punto considero esto que definiría Triunfador a aquella persona que sabe adaptarse a las circunstancias y vivencias que se le presentan en la vida sin olvidar lo que es y sus limitaciones. En conclusión, me parecen importantes los recuerdos y el sufrimiento para el éxito en la vida.

Coste de oportunidad

Para los ansiosos un ansiado dibujo.

¡Que importa la edad!

Si y lo digo con rabia, ¡Que importa la edad! No importa nada. Es la cuenta que no cuenta nada.
En este mundo parece que todo tiene que llevar cuenta, pero yo digo que aunque sea una razón no importa nada, o es lo que menos importa.
La cuenta, la cuenta y mas cuenta, y que importa la cuenta.
Para mi la única cuenta valida es la que marca el sueño. Una cuenta hasta uno. Todas mañanas me levanto de un sueño y me acuesto en otro. Todos los días estreno un nuevo día, un ritmo diferente pero al mismo compás. El ritmo te lo da la vida y el compás lo llevas tú, que es la única medida que merece la pena, y si lo pierdes, la vuelves a retomar.
Deja de contar, eres lo que eres lo midas o no.